Libro de la vida
Jesús, Santa Teresa de, of Avila Saint TeresaEste dato nos pone en camino de comprender cómo el Libro de la vida fue para Teresa hasta 1575 testimonio e instrumento. Volvía a él continuamente para aclarar problemas y puntos que le salían al paso. Inclinada durante diez años sobre el precioso autógrafo que llevaba consigo a todas partes —«mi alma»—, no es extraño que surgieran anotaciones marginales, correcciones y matizaciones, la mayor parte de las veces de carácter autógrafo. Ante la posibilidad del examen inquisitorial no es extraño tampoco que algunas tachaduras posean igualmente carácter autorial, si bien el manuscrito pasó por las manos del P. Báñez, cuyas notas marginales aclaran puntos de teología y, en algún caso, especifica su comportamiento junto a la santa. Las modernas ediciones reproducen también en sus notas las que puso el P. Gracián en la príncipe de Luis de León (Salamanca, 1588), auxilio precioso para reconocer las personas que se movían en el entorno teresiano (confesores, etc.), y que ella nombra sólo de forma indirecta.